miércoles, enero 26, 2005

(...)

("¡En mi hora!" hahahaha ¡¿cual es mi hora carajo?!.

Es que a cualquier hora es mi hora., de la que se mezcla con ácido que sale de mi ojos.

Prefiero el sobresalto de sentir tu bóca en mi entrtepierna por la mañana a estos labios apretados, que ya no saben decir nada en concreto por la negativa de los tuyos, de nopal, de museo, de miedo...de noche.
Y es que no hay silencio, nunca hay silencio! Los recuerdos siempre ábren el hocico cuando menos lo esperas y la noche sólo da otro pequeño empujoncito para viajar.
Es perfécta despues de todo, es lo que equilibra la linea de la cordura que se pierde más rapido en la ansiedad de buscar tus manos entre las ligas y las teclas, y entre un montoncito muy pequeñito de dibujos que se desprenden de la carne... de tiempos ajenos que dañan cuando se pisa un mismo espacio.

Aun me tienes junto a ti, hoy lo descubri en medio de hiedras, mariposas y amapolas....) ®

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