"Es devoción ciega, humillación absoluta, sumisión expresa, confianza y fé perdidas en ti mismo y en el mundo, dar tu corazón y tu alma a la destrucción.
Si te hiere amala… si te rompe el corazón en pedazos (seguro que con los años lo hará) amala…
¿Y después qué queda? Un corazón para que lo atraviese una bala, o un puñal, y si cesa de latir no habrá más vida, pero nada más."
Es un precio justo a cambio de una sonrisa eterna…
Como la que ahora se esboza en mis labios… =).
jueves, junio 23, 2011
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