El mejor lugar para esconderse es el horno de la estufa..
Si!! de donde salimos!!!. Donde nos dieron los primeros calores antes de que cualquier hambreado llegara y nos volviera moronas.
Sabemos desde siempre que ese será nuestro fin y se le acepta, pero no se soporta la idea de terminar entre
los dientes amarillentos de cualquier pendejo con hambre.
Hay panes mas sabrosos y mas vistosos que yo. Yo soy de los que eligen los adiposos, las señoras gordas con media torta de frijoles en la bolsa del delantal; por que no lleno, nada mas empanzono y eso les basta.
¿Qué hago entre los dientes semi-careados de alguien que decidió probar un bísket?.
Y no me doy por ofendido, pero tampoco por aludido. Nadie se puede privar de comerse un pan, pero los panes no somos pendejos y sabemos cuando alguien realmente nos come con entusiasmo.. y no solo por gula.. o por variarle un poco a las apasteladas.
Aqui estoy, dentro; en la bolsa de papel camino a casa... y camino a las viceras de alguien que le varió a la repostería.
-Qué curioso panecillo, ¿lo probamos?.
-Solo por esta vez. Que llene el hueco que dejan los hot cakes en la mañana.
"Que llene el hueco"... Que se llene el hueco con lo que le gusta!
Y a pesar de todo me siento pleno, agradezco haberme pasado tanto tiempo junto al despachador, absorbiendo el humo que día a día me soplaba en el ombligo, el ojete ese.. las vomitadas de mosca que cada cinco minutos recibía, y sobre todo, agradezco ser un bisket.. lo suficientemente rígido para que no se note por mi el paso del tiempo.
Espero haber absorbido la nicotina suficiente y cambiarla por coniína, (si, soy un bísket alquimista ¿y?) y meterme hasta los pensamientos de mi deborador, mientras se recuesta en la cama y se le seca la boca, mientras la parálisis muscular crea esa atmósfera de desesperación y angustia.
Y entonces hacerle desear con todas sus fuerzas, haber elegido comerse un "moño" o ponerse a dieta.®
Si!! de donde salimos!!!. Donde nos dieron los primeros calores antes de que cualquier hambreado llegara y nos volviera moronas.
Sabemos desde siempre que ese será nuestro fin y se le acepta, pero no se soporta la idea de terminar entre
los dientes amarillentos de cualquier pendejo con hambre.
Hay panes mas sabrosos y mas vistosos que yo. Yo soy de los que eligen los adiposos, las señoras gordas con media torta de frijoles en la bolsa del delantal; por que no lleno, nada mas empanzono y eso les basta.
¿Qué hago entre los dientes semi-careados de alguien que decidió probar un bísket?.
Y no me doy por ofendido, pero tampoco por aludido. Nadie se puede privar de comerse un pan, pero los panes no somos pendejos y sabemos cuando alguien realmente nos come con entusiasmo.. y no solo por gula.. o por variarle un poco a las apasteladas.
Aqui estoy, dentro; en la bolsa de papel camino a casa... y camino a las viceras de alguien que le varió a la repostería.
-Qué curioso panecillo, ¿lo probamos?.
-Solo por esta vez. Que llene el hueco que dejan los hot cakes en la mañana.
"Que llene el hueco"... Que se llene el hueco con lo que le gusta!
Y a pesar de todo me siento pleno, agradezco haberme pasado tanto tiempo junto al despachador, absorbiendo el humo que día a día me soplaba en el ombligo, el ojete ese.. las vomitadas de mosca que cada cinco minutos recibía, y sobre todo, agradezco ser un bisket.. lo suficientemente rígido para que no se note por mi el paso del tiempo.
Espero haber absorbido la nicotina suficiente y cambiarla por coniína, (si, soy un bísket alquimista ¿y?) y meterme hasta los pensamientos de mi deborador, mientras se recuesta en la cama y se le seca la boca, mientras la parálisis muscular crea esa atmósfera de desesperación y angustia.
Y entonces hacerle desear con todas sus fuerzas, haber elegido comerse un "moño" o ponerse a dieta.®
1 comentario:
como las piñatas?
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